lunes, 23 de febrero de 2009

CròNiCa

El día 16 de febrero de 2009, se tornaba agitado para toda la comunidad oaxaqueña, y no solo para nuestro estado, sino para la mayor parte del país, esto debido al paro de labores del transporte urbano como una forma de manifestación, en contra del aumento del diesel.
Desde días anteriores esta actividad se venía anunciando, para no “afectar” a los usuarios y así estos tomaran sus debidas precauciones. En la noche del 15, los autobuses originarios a otras poblaciones aledañas a la ciudad de Oaxaca, pasaban llenísimos, muchas de las personas que laboran o estudian en el centro de la ciudad, tomaron la opción de venirse a quedar por lo menos una noche en casa de algún familiar o amigo, para poder llegar a tiempo al trabajo o escuela., otros buscaban a quien pedirle aventón o simplemente esperaban a que llegara el día de mañana y a ver qué pasaba.
La fecha llego, el centro de la ciudad se encontraba en quieta calma, libre de tráfico, como muy pocas veces la vemos, en las mañanas los taxis foráneos y del centro no se daban a vasto con tanto pasaje, pues la hora de entrar al trabajo y escuela ya pisaban los talones, en las calles la gente pasaba caminando aprisa y no faltaron algunas personas con sus automóviles particulares, que las hicieron de transporte público, no era extraño ver como vagonetas, camionetas y hasta coches del año, se paraban en las esquinas o en los semáforos a gritar las rutas que ellos mismos se habían adueñado, como tampoco es difícil pensar que hicieron su “agosto” pues los usuarios sin ponerse a pensar en la seguridad de estos transportes, se trepaban sin pensarlo, lo único que importaba era llegar a tiempo y como diera lugar.
El periférico y la central de abastos, lugares donde predomina el caos vial, este día se tornaba tranquilo, hasta ganas de caminar te daban.
Pero la falta de urbanos, no impidió que las señoras amas de casa realizaran su visita correspondiente al mercado, a pesar de la escases de transporte, los grandes morrales llenos de despensa eran muy notorios, pues también en este día hay que surtirse de frutas, verduras, carne entre otras cosas para empezar la semana y realizar la comida.
En las horas pico de tráfico los señores agentes de tránsito no se fatigaron tanto en andar movilizando la circulación, bueno en esta ocasión se presentaron como para llenar el hueco en sus respectivos lugares de trabajo, pues a decir verdad la circulación se daba de lo más rápida posible.
La tarde paso sin mucha complicación, bueno solo con algunos atascamientos en las carreteras donde los urbanos se mantenían inmóviles con pancartas hechas con cartulinas de colores llenas de consignas en contra del aumento del diesel. Pero con todo esto hay que reconocer que tan siquiera tuvieron la modestia de estacionarse a orillas de carretera para evitar los embotellamientos.
Al entrar la noche, el desfile de urbanos se podía presenciar desde varios puntos de la ciudad, parecía hasta desfile, todos con sus faros y luces de adornos encendidos, parecían carros alegóricos, pero empezando el levantamiento del plantón, comenzó el caos vial.
El trafico empieza a empeorar, los embotellamientos se empiezan a dar y comienza a verse mas actividad vial que de costumbre, y entonces nos empezamos a preguntar, si en la mañana y parte de toda la tarde la ciudad se encontraba en calma, la circulación era de lo más fluida y a pesar de todo, la mayoría de las personas realizaron sus actividades cotidianas sin mayor problema. ¿Por qué ahora todo es al revés? ¿Sera entonces el problema del tráfico los urbanos?

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